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Primera doctora en Enfermería gracias a la beca predoctoral Florence Nightingale del COIBA

12:05 09 agosto en Noticia destacada, Noticias

Mención cum laude para la tesis de la enfermera que desde hace 2 años y medio realiza a la UIB sus estudios de doctorado gracias a la beca predoctoral Florence Nightingale financiada por el COIBA, Aina Huguet Torres. Esta fue presentada en la UIB el mes de julio y se titula “Efectos del ámbito de exposición y las medidas de protección individuales en el riesgo por SARS-CoV-2 en la comunidad”.

El origen de esta tesis surge del tiempo que la investigadora trabajó en el rastreo de los contactos estrechos de personas contagiadas des de la Central de Coordinación de la COVID-19 de Mallorca. En ese periodo pudo recoger los datos que después ha analizado aportando nueva evidencia sobre la eficacia de medidas de protección: mascarilla, lavado de manso, ventilación del espacio, distancia y tiempo de exposición.

La tesis de la doctora Huguet Torres aporta nuevos datos sobre la efectividad de medidas de prevención y protección en los ámbitos de la vida diaria (domicilio, trabajo, deporte, ocio, etc.). Durante la pandemia de la COVID-19, el 80% de los contagios se producían en el ámbito domiciliario (familia y amigos), pero los estudios previos existentes sobre transmisión se centraban en evaluar el impacto de las medidas de protección en ámbitos específicos como los centros escolares o el sanitario, y no de manera conjunta de los diferentes ámbitos de la comunidad. Estos nuevos datos clínicos pueden ser clave en situaciones de futuras crisis sanitaria para focalizar el rastreo en las exposiciones de mayor riesgo y guiar las campañas de salud pública para promover el seguimiento y cumplimiento de las recomendaciones.

“La mascarilla fue la medida de protección individual con mayor probabilidad de reducir el contagio de los contactos estrecho”, destaca Huguet Torres. La investigación demuestra como la utilización de mascarillas en el ámbito comunitario redujo a la mitad el riesgo de contagio, independientemente del resto de medidas de protección y ámbitos de exposición. Un dato que de cara al futuro “tiene un impacto importante para reducir la transmisión de enfermedades respiratorias”, explica. La tesis también revela que el riesgo de transmisión con el contacto con un paciente infectado se duplicaba a partir de las 4 horas, y que la probabilidad de contagio en espacios abiertos fue un 50% menor que en los cerrados. De hecho, en estos últimos, la ventilación redujo la probabilidad un 25%. Al contrario que estas medidas, el lavado de manos no mostró una reducción significativa de los contagios. En cuanto a la sintomatología, no se vio asociada a un riesgo mayor de transmisión. Este dato, explica Huguet Torres, es especialmente importante, porque revela que “no se tendrían que hacer distinciones entre las personas con o sin síntomas durante el rastreo”. El único síntoma que se asoció con una mayor transmisión fue la tos, precisamente uno de los mecanismos principales de transmisión del virus.

“Esta investigación también quería demostrar que, con un análisis adecuado de los datos disponibles, es posible no solo entender mejor la dinámica de una crisis sanitaria, sino también ofrecer respuestas más efectivas y rápidas”, explica Huguet Torres. De hecho, analizó no solo la efectividad de su uso en sí, también los factores ligados a su utilización. ”Uno de los datos más sorprendentes es la falta de cumplimiento con el uso de la mascarilla por parte de la sociedad, más sabiendo que es una de las medidas de protección individual que redujo más el contagio”, explica. Se pudo observar que se daba un menor uso de las mascarillas en escenarios de mayor riesgo como espacios sin ventilación, menor distancia o exposiciones prolongadas. Por otro lado, las personas con un vínculo más próximo con la persona contagiada (familiares y amigos) fueron los que incumplieron más con el uso de la mascarilla. Probablemente, debido a la “falsa” sensación de seguridad que percibimos con personas de mayor confianza.Sobre el objetivo y el impacto de su investigación, Aina considera que “de cara al futuro, y especialmente en momentos de crisis sanitaria de cualquier tipo, es fundamental que se dediquen recursos a la recopilación y análisis de datos”. Esta inversión permite crear evidencia científica sólida que se pueda implementar de manera inmediata: “facilitará la toma de decisiones en tiempo real y permitirá actuar de manera dinámica, adaptando las estrategias según la evolución de la situación, y así se podrá garantizar una respuesta más eficiente y efectiva ante cualquier amenaza sanitaria emergente”.

La tesis con la cual Aina Huguet Torres se ha convertido en doctora se enmarca en el programa de Doctorado en Salud Global, Servicios de Salud y Atención Sociosanitaria de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y ha contado con los doctores Aina Yáñez, Miquel Bennasar y Enrique Castro como directores. La relevancia de este estudio también le ha permitido ser receptor de Ayudas COIBA a Proyectos de Investigación.

Beca Florence Nightinagale del COIBA

Desde el COIBA se convocó esta primera beca como parte de su apuesta por la investigación enfermera. La beca Florence Nightingale es resultado de un acuerdo firmado a 2021 entre la UIB y el COIBA para impulsar de manera específica la investigación enfermera y mejorar el desarrollo, facilitando la formación de investigadoras en el área de enfermería mediante la formación de doctorado. El apoyo del COIBA mediante esta beca, que incluye también una aportación del Consejo General de Enfermería (CGE), ha permitido a Huguet Torres hacer estudios de doctorado en el marco del mencionado programa de Doctorado de la Universitat de les Illes Balears (UIB). “Obtener la beca predoctoral Florence Nightingale ha significado mucho para mí, tanto a nivel personal como profesional, puesto que me ha proporcionado los recursos necesarios para poder dedicarme plenamente a la investigación”, explica la enfermera, quien anima a otras enfermeras con un espíritu curioso y apasionadas por la investigación a aprovechar esta oportunidad que da el COIBA y que previsiblemente volverá a ofrecer pronto. “Ha sido un recurso imprescindible para mi formación como investigadora y para el desarrollo de mi proyecto de doctorado”, asegura, “he podido acceder a oportunidades que de otra manera quizás no habría tenido, como, por ejemplo, asistir a congresos internacionales, colaborar con expertos en mi campo; experiencias han enriquecido muchísimo mi trabajo y han ampliado mis perspectivas profesionales”. “También me ha permitido crecer personalmente, puesto que he aprendido a gestionar proyectos de investigación, a trabajar en equipo y a comunicar los resultados de mi investigación de manera efectiva”, agradece.

Podéis leer la tesis doctoral completa AQUÍ