1 de cada 3 jóvenes de Palma sufren inseguridad alimentaria. Así lo revela el estudio de la enfermera Laura Capitán premiado por la RAMIB
1 de cada 3 adolescentes en Palma sufre inseguridad alimentaria, es decir, dificultades para conseguir una alimentación con los requerimientos de nutrición adecuados en cuanto a cantidad, calidad, variedad de la dieta; y en 1 de cada 10 casos esta es moderada o grave, en la que los adolescentes pueden llegar a saltarse comidas o pasar un día entero sin comer. Así lo revela el estudio realizado por la enfermera Laura Capitán Moyano que ha sido premiado por el premio de la Real Academia de Medicina de les Illes Balears (RAMIB) a la mejor investigación de ámbito enfermero de 2024: “Inseguridad alimentaria en adolescentes de Palma: Prevalencia y asociación con características individuales, del hogar y percepción del barrio”. Este proyecto, además, ya cuenta desde un inicio con el apoyo del COIBA mediante las Ayudas a Proyectos Sociales.
Liderado por Laura Capitán, enfermera, profesora ayudante de la UIB y miembro del Grupo de Investigación de Salud Global de la misma universidad, este estudio es un trabajo de campo que formará parte de su tesis doctoral y se centra en determinar la prevalencia de falta de acceso económico, físico y social (limitaciones de las políticas y normas sociales) a alimentos entre adolescentes de Palma a lo largo del gradiente social y cómo se relaciona con la percepción de su entorno cercano (tanto familiar como escolar y del barrio).
La inseguridad alimentaria es un determinante social de salud con gran influencia en el desarrollo de los adolescentes, ya que tiene impacto tanto a nivel físico (desnutrición, anemia, obesidad, etc) como psicológico (incertidumbre, preocupación, ansiedad, estrés, incluso depresión…) y social (estigmatización). Por ello, el objetivo de la enfermera es conocer la situación actual y, desde la evidencia, contribuir al diseño de medidas.
Para esta fase del proyecto se entrevistó a 600 alumnos de secundaria de distintos centros educativos de Palma, tanto públicos como concertados. Los datos revelan que la prevalencia en la ciudad es notablemente alta y afecta especialmente a familias migrantes o hogares socioeconómicamente desfavorecidos, “posiblemente como consecuencia de desigualdades y del racismo estructural, que reducen el acceso a recursos básicos y vulneran el derecho a la alimentación”, explica Laura. Entre las principales conclusiones:
-1 de cada 3 adolescentes siente incertidumbre o preocupación sobre la capacidad que tenía la familia para conseguir alimentos.
-1 de 10 tiene comprometida la calidad, cantidad o variedad de su dieta, había reducido las porciones de alimentos, se había saltado alguna comida, o había pasado un día entero sin comer.
-La probabilidad de tener inseguridad alimentaria moderada o grave era casi 10 veces mayor si el adolescente y su familia eran migrantes, mientras que percibir apoyo social fue un elemento protector.
-Los resultados también demuestran que se necesitan más esfuerzos políticos y técnicos para establecer un monitoreo de la inseguridad alimentaria a nivel estatal y autonómico.
Se trata de un estudio pionero en nuestra CA que aporta “datos imprescindibles para el diseño de políticas orientadas a mejorar el acceso a la alimentación” y su autora espera que sirva como “desencadenante para seguir investigando y proponer soluciones a una realidad que afecta a muchos adolescentes en nuestra isla”.
El objetivo final es contribuir a lograr que se garantice el acceso universal en la etapa escolar de estos adolescentes. Y, ya con los datos en la mano, la investigadora propone que los comedores escolares estén presentes en centros educativos de secundaria: “se debería poner énfasis en el fortalecimiento del apoyo comunitario y en una reestructuración profunda del modelo de comedores escolares”. Asimismo, conocer el perfil más vulnerable ante esta problemática permite reclamar que las políticas sean más sensibles hacia aquellas personas y familias más desfavorecidas o que más están afectadas.
Premio RAMIB-COIBA
Los académicos de la Real Academia de Medicina de les Illes Balears (RAMIB) eligen anualmente las mejores investigaciones del ámbito sanitario del curso académico anterior y desde hace años el COIBA se encarga de patrocinar la categoría enfermera, como parte de su compromiso por apoyar y visibilizar la investigación enfermera. Próximamente la institución abrirá el plazo para la convocatoria 2025.
Ayudas COIBA a Proyectos de Investigación
El COIBA lanza cada año una convocatoria de Ayudas a Proyectos de Investigación para dar apoyo económico a investigaciones lideradas por enfermeras y enfermeros de las Islas Baleares. El objetivo de estas ayudas es fomentar la investigación enfermera, que permite a este colectivo y a otros profesionales de la salud desarrollar una práctica profesional y una toma de decisiones basadas en la evidencia científica. Con ellas el COIBA también quiere ser impulso para investigadores noveles y grupos de investigación emergentes. Además, para estas ayudas el colegio cuenta con un convenio de colaboración con la Agència de Qualitat Universitària de les Illes Balears (AQUIB), la cual es la responsable de la evaluación científico-técnica de los proyectos para asegurar un proceso de evaluación externa, independiente, de calidad y basado en estándares internacionales.