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Las matronas son un apoyo fundamental para las mujeres en su proceso de recuperación de derechos

12:01 16 noviembre en Noticia destacada, Noticias

Un estudio antropológico realizado en Argentina analiza el avance de las competencias de las matronas de la mano de las mujeres, pese a las dificultades existentes para construir su propia identidad profesional

 

Las matronas o comadronas han sido y siguen siendo un apoyo fundamental para las mujeres, en su proceso de recuperación de derechos en el ámbito de la salud. Así se desprende de un estudio cualitativo realizado por la antropóloga social argentina Victoria Salsa Cortizo, quien durante años describió y analizó la tarea asistencial de las matronas en la provincia de Buenos Aires, donde viven 17 millones de personas.

Salsa Cortizo fue reconstruyendo procesos e indagando sobre el despliegue de las competencias de las matronas en las instituciones sanitarias públicas de todos los niveles (local, provincial y nacional) en una selección de los 18 municipios de Buenos Aires, mediante entrevistas, observación y análisis de fuentes y datos.

“Descubrí muchas prácticas que realizaban las obstétricas, aspectos muy importantes, que impactaban en los procesos no solo de salud, sino en los procesos vitales de las pacientes y sus hijos y sus familias”, explicó la antropóloga en una sesión organizada por el Col·legi Oficial d’Infermeria de les Illes Balears (COIBA). A medida que las mujeres fueron reivindicando y recuperando más espacio y más derechos, las matronas han estado a su lado, evolucionando también con ellas en el despliegue de sus competencias profesionales.

En Buenos Aires “las obstétricas hacen muchas cosas. Atienden de forma autónoma el 68% de los partos en la sanidad pública, pueden prescribir algunos fármacos, tomar muestras, interpretar resultados..”, explicó. Y – sin embargo- prácticamente no existen en la literatura científica, ni sus actividades están documentadas, medidas, publicadas.

“Las matronas hacen muchas cosas que no están escritas en ningún lugar”, explicó la experta. La falta de documentación de la ciencia y la práctica de las matronas dificulta enormemente la construcción de un marco de especificidad profesional para las obstétricas”, explicó Salsa Cortizo.

Otro factor que ha dificultado este proceso, y el mismo reconocimiento de la profesión son las tensiones con el colectivo médico, que hasta hace pocos años era el único con la potestad para realizar algunas de las tareas que ahora asumen las matronas, como hacían las parteras hace un siglo.

La “vocación innata” y la falta de visibilidad

Otra de las dificultades de las matronas para construir el marco de su propia profesión es la idea tan arraigada de la vocación y de las cualidades innatas de las matronas.

“En una ocasión, oí a una obstétrica decirle a una paciente: “Yo te voy dar lo mejor de mi formación, pero también voy a estar con vos, acompañándote“, explicó. La antropóloga se preguntó entonces por qué es necesaria esta diferencia entre la ciencia y la paciencia, el acompañamiento, la espera.

“El cuidado no solo implica la utilización de tecnologías duras, que se registran y se valoran, sino también las tecnologías blandas: el foco puesto en las necesidades, en los deseos de las personas atendidas, la valoración de su momento vital y acompañarlas”. Así como la matrona sabe identificar el estado de dilatación del cuello uterino, también tiene que reconocer una situación de vulneración de derechos, gestionar la espera atenta, basada en sus conocimientos científicos, la vigilancia de los síntomas desde el acompañamiento. También reivindica en la figura de la matrona el respeto a los valores de la mujer, a su situación particular, en el marco de formación clínico-terapéutica.

“Estos aspectos deben reconocerse dentro del conjunto de competencias profesionales, y no como algo innato porque, si uno hace todo, pero no reconoce que la habilidad tiene que ver con su competencia y lo asume como cuestiones innatas, es difícil que sea aceptado como un recurso esencial para la práctica ni que contribuya a un mayor reconocimiento por parte de la sociedad”, apunta.

Por ello, el principal obstáculo para el mayor desarrollo de la profesión de las matronas es el desconocimiento por parte de las mujeres, de la sociedad en general, de lo que puede hacer una comadrona para ayudarlas a transitar las situaciones de salud en las que se encuentran.

Estas dificultades se dan también en España, apuntó Araceli Navas, vocal de Matronas del COIBA, quien señaló el camino de las profesionales “acompañando a las mujeres en su recuperación de derechos”, no solo en el paritorio sino a lo largo de toda su vida sexual y reproductiva.

“Solo el saber que nos da la ciencia y que nos permite reconocer lo que está viviendo esa mujer y crear y darle herramientas, consigue brindar respuestas integrales de calidad la salud de esas mujeres, habitualmente con buenos resultados en la atención”, concluyó Salsa Cortizo.

Acceso directo al vídeo de la sesión aquí.