Las enfermeras proponen más prevención y formación ante el número creciente de agresiones a profesionales sanitarios
La presidenta del Col·legi Oficial d’Infermeres i Infermers de les Illes Balears (COIBA), Maria José Sastre, y la vocal de Enfermería del Trabajo, Rosa González, se han reunido hoy con Víctor Fernández, jefe de servicio de Seguridad del Profesionales del IB-Salut, y con Alfredo Rodríguez, interlocutor policial sanitario territorial para sumar esfuerzos y acordar líneas de trabajo conjunto.
La violencia hacia los profesionales sanitarios ha ido en aumento en los últimos años y en las Islas Baleares las enfermeras son el colectivo profesional que más sufren estas agresiones. Según el último informe del IB-Salut de 2022, el año pasado se registraron 268 casos de agresiones a enfermeras en Baleares; y a nivel nacional, según datos del CGE, 2.580. Ante estos datos, que este año no dejan de aumentar, han tratado la importancia de intensificar el apoyo a los profesionales y la prevención en el entorno laboral con actuaciones que tengan un impacto directo en los lugares de trabajo: medidas preventivas, protocolos de actuación de carácter legal y guías de actuación para la prevención y gestión, así como reforzar la colaboración con interlocutores policiales sanitarios y mejorar las condiciones de seguridad de los centros sanitarios. Además, el COIBA se ha puesto a disposición para colaborar en la formación a las enfermeras en habilidades comunicativas y manejo de conflictos.
Asimismo, desde el COIBA se ha destacado la necesidad de llevar a cabo más campañas de concienciación e información dirigidas a la sociedad. Las dos representantes del COIBA han recalcado que las conductas violentas, a pesar de ser injustificadas, tienen una etiología multifactorial que hace falta desengranar para conseguir diseñar actuaciones de prevención efectivas: expectativas no realistas de los usuarios, carencia de educación para la salud, poca valoración de los profesionales sanitarios y desconocimiento de su trabajo, crecimiento general de la violencia social, y déficits del sistema sanitario (carencia de accesibilidad, listas de espera, etc.).
Hace falta no normalizar y denunciar siempre: el COIBA pone a disposición de las enfermeras un protocolo de agresiones con apoyo psicoemocional y jurídico
Sastre y González han insistido en el hecho de que los datos actuales son especialmente preocupantes porque únicamente reflejan los casos denunciados, que a menudo son únicamente los hechos físicos. Muchas veces solo se denuncia cuando la agresión es física, pero hay otras conductas que violentan e intimidan y que no se notifican a pesar de tener un grave impacto sobre el profesional: desde el lenguaje ofensivo hasta conductas verbales o físicas amenazantes, intimidatorias, abusivas o, en general, irrespetuosas.
En este sentido, destaca la importancia de no normalizar y de denunciar: la visibilidad es el primer paso para conseguir la prevención. El COIBA tiene a disposición de todas las enfermeras y enfermeros de Baleares un protocolo de agresiones con apoyo desde una doble vertiente: asesoría psicoemocional y apoyo de los servicios jurídicos del Colegio. Este, además, tiene el objetivo de facilitar y potenciar la notificación para reducir el fenómeno iceberg, y de crear un registro colegial de agresiones para su seguimiento y la adopción de estrategias. Por otro lado, en los lugares de trabajo, el proceso actualmente se ha facilitado mucho gracias a la figura del interlocutor policial sanitario.
Las agresiones a profesionales del ámbito sanitario son una lacra que no solo afecta a los profesionales en sí, la violencia en el puesto de trabajo tiene influencia en todos los niveles y provoca a largo plazo un impacto global en términos de coste, eficiencia y efectividad en los sistemas de salud y, por tanto, en la calidad asistencial. Las conserjerías de salud autonómicas, con la implicación de los colegios profesionales, han implementado planes de prevención y registros, formaciones y campañas de sensibilización en la población. Pero queda todavía recorrido y trabajo por hacer. La participación de todas las administraciones públicas es imprescindible para conseguir implantar un mayor nivel de concienciación y sensibilización entre la sociedad, las instituciones y los profesionales.
